¿Tu hijo ha tenido conjuntivitis? Seguramente la mayoría de las respuestas serán, “sí” y es que se trata de una de las patologías oftalmológicas más comunes en niños. La conjuntivitis es un término que se usa para indicar la inflamación de una parte del ojo: la conjuntiva. Hay múltiples causas que la producen: infecciosas, alérgicas, físicas… Las causas más frecuentes son las infecciosas, principalmente las conjuntivitis producidas por virus, que son de las que principalmente hablaremos”, nos cuenta el doctor Francisco Recio (@frpediatria), pediatra del Centro de Salud Mar Báltico de Madrid.
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¿Cómo podemos saber que se trata de una conjuntivitis? “Los síntomas más típicos en el niño son el enrojecimiento ocular, picor, lagrimeo aumentado y secreciones oculares”, explica el doctor. Además de los distintos tipos de conjuntivitis que existen, como son las bacterianas, las virales, las alérgicas o irritativas, también han que distinguir distintos tipos de legañas: “Las secreciones oculares espesas o “legañas” pueden ser fluidas o más espesas. Se producen por acumulación progresiva de secreciones hasta formar una capa mucosa densa. Su espesor o cambio de color no siempre indicará que se trata de una infección bacteriana, sobre todo en niños pequeños”, indica el doctor.
Si por algo se caracteriza la conjuntivitis es por la cantidad de secreciones que se acumulan de noche en los ojos de los niños, levantándose por las mañanas con los párpados prácticamente pegados. ¿Cómo podemos hacer un buen lavado ocular sin que implique riesgos? “La técnica del lavado ocular con suero es muy importante para retirar las secreciones acumuladas y disminuir las molestias de nuestro hijo. Debemos irrigar suavemente con suero el ojo afectado (la cantidad dependerá de la cantidad de secreciones y de la edad del niño) y retirar el exceso de secreciones con una gasa estéril. En el caso de que se haya indicado un colirio antibiótico deberá llevarse a cabo primero un lavado ocular con suero para, seguidamente, aplicar las gotas antibióticas a la dosis prescrita. Es importante recordar la necesidad de cumplir los días indicados de antibioterapia para evitar el desarrollo de resistencias bacterianas”, explica el pediatra.
¿La conjuntivitis en los niños puede dejar secuelas?
La mayoría de infecciones por conjuntivitis en niños son de carácter viral, por lo general son leves, pero si hay algo que representa a esta enfermedad es lo contagiosa que es. Por este motivo, el resto de familiares que vivan en la misma casa tienen que tener mucho cuidado y llevar una higiene exhaustiva de todo aquello que esté contacto con el niño y la zona afectada. “Las conjuntivitis infecciosas son muy contagiosas por lo que debemos evitar el contacto con las secreciones oculares. Es fundamental el lavado frecuente de manos, desinfectar los juguetes y las superficies y lavar las toallas o la ropa que pudiera tener contacto con el niño”, aconseja el doctor. En verano los casos se incrementan y suele ser mucho más frecuente en niños. En este caso, las medidas para su prevención serán: utilizar gafas de sol con protección homologadas, ducharse después de bañarse en la piscina o en el mar, usar toallas limpias y no compartirlas y por supuesto, al igual que en el invierno, mantener una buena higiene.
Pero seguramente te estarás haciendo una de las dudas más frecuentes entre los padres, ¿puedo llevar a mi hijo a clase si tiene conjuntivitis? A lo que el pediatra nos responde: “El tiempo de ausencia escolar dependerá principalmente de la cantidad de secreciones que presente el niño. No obstante, las conjuntivitis como cualquier patología infecciosa pueden afectar desde su período de incubación que es asintomático, por lo que debemos de evitar la propagación de la infección lo máximo posible”. En la práctica, muchas escuelas pueden decidir en estos casos si aceptar al niño en el colegio o no. La mayoría de ellas tienen el protocolo de regresar a sus instalaciones 24h después de haber comenzado con el tratamiento. Lo fundamental es acudir al pediatra para que este sea quien determine la procedencia de la enfermedad y actuar en consecuencia. Si, además, el niño tiene fiebre u otros síntomas generalizados lo más prudente es que se quede en casa.
Normalmente, como suele pasar en estos casos, la prevención es la mejor cura y es fundamental que los niños, desde pequeños, aprendan la importancia de lavarse las manos con frecuencia, no frotarse los ojos con las manos sucias, estornudar en su manga, cubrirse la boca al toser… El experto recomienda: “En la conjuntivitis viral o bacteriana al igual que con otras patologías de origen infeccioso la prevención se basa en evitar el contacto con pacientes que la padezcan, el lavado frecuente de manos con gel hidroalcohólico y otras medidas que eviten el contacto con superficies contagiadas”.
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