10 consejos para hacer la felación perfecta

2022-05-13 18:59:37 By : Mr. Lucas Xiang

Men's Health participa en varios programas de afiliación de marketing, lo que significa que Men's Health recibe comisiones de las compras hechas a través de los links a sitios de los vendedores.

Descubre la mejor manera de volver loco a un hombre mediante el sexo oral.

El sexo oral nos vuelve locos a los hombres. Ya sea como aperitivo a una larga sesión de sexo o como diversión en exclusiva, pocos le dirán que no a una felación.

Pero, como en todo, hay formas y formas de hacerla y auténticos maestros y maestras en este arte. Puede ser que incluso, si no te vuelven loco las felaciones, es porque nunca te has cruzado con alguien que sepa hacerlas REALMENTE bien.

Es por esto que hemos preparado este artículo. Por un lado, muchas personas podrán aprender de los consejos que damos a continuación y de esta manera volver loco a su pareja en la próxima ocasión que se les presente. Por otro, para las personas con pene, es una excelente ocasión para darse cuenta de si su pareja sexual está haciendo un buen trabajo y, en el caso de que no sea así, poderle indicar cómo hacerlo utilizando el maravilloso argumento de “oye, el otro día leí en Mens Health…”

A continuación te dejamos con algunas recomendaciones básicas que contribuyen a la felación perfecta.

Elige bien, si es posible, el lugar donde va a ocurrir todo. Es ideal un lugar que esté bien iluminado para que podáis verlo todo. La estimulación visual es tan importante como la táctil o la auditiva.

Mirar a los ojos de tu pareja mientras te estás ocupando de darle placer, al más puro estilo de una película porno, le volverá absolutamente loco y eso no lo puedes hacer a oscuras.

La comodidad es crucial para ambos miembros de la pareja, así que consensuad la mejor manera para colocaros. Aquí os dimos algunas ideas sobre posturas para practicar sexo oral.

Una felación no consiste simplemente en meterte un pene en la boca. La mamada perfecta es una compleja combinación de caricias, lametones y toqueteos. Y para ello tienes que usar no solo tu boca, sino también tus manos, con las que podrás acariciar los testículos, el perineo o el ano, según lo que más le guste al interesado. No te cortes, pregúntale qué es lo que más le pone, estará encantado en contestarte.

Esto no es un Ferrari, así que no vayas de 0 a 100 en cinco segundos. Empieza despacio y ve subiendo de intensidad gradualmente conforme la cosa se vaya acercando hacia el orgasmo.

Recuerda que para que las relaciones sexuales sean lo más placenteras posibles, todo tiene que estar lubricado en todo momento. Así que si dejas de chupar durante un rato el pene, especialmente el glande, asegúrate de que sigue húmedo para evitar tirones o dolores.

Cada pene es un mundo y si te enfrentas a uno nuevo, tienes que averiguar cuál es la mejor manera de darle placer. A algunos hombres les gusta que les toquen los testículos, otros lo odian, otros se vuelven locos si les tocan el frenillo, pero algunos lo tienen demasiado sensible y puede llegar a molestarles.

Por ello lo mejor que puedes hacer es preguntar y hablar con él para ver qué le gusta más.

Desde los pezones al perineo, pasando por los testículos o el interior de los muslos, el cuerpo de un hombre está lleno de zonas que le pueden proporcionar mucho placer. Así que divertíos explorándolas juntos.

Cuando ya veas que se está acercando el momento del clímax, pregúntale cómo le gustaría correrse y dónde quiere eyacular. Puede ser el colofón perfecto a una gran felación.

Muchas personas, cuando el orgasmo se está produciendo, tienden a frenar la estimulación o incluso a pararla completamente. Eso es un error y podría cortarle el rollo a vuestra pareja, así que continuad hasta el final reduciendo, eso sí, la fuerza y la velocidad paulatinamente.

Una vez que todo haya terminado, no salgas corriendo hacia el baño. Tampoco tienes que pasar toda la tarde a su lado, pero espera al menos un minuto hasta que vuestras respiraciones se calmen un poco.

Aprovechad esos momentos para daros un poco de amor o dedicaros unas palabras bonitas, tras el éxtasis físico.