Periodista especializada en vida saludable

¿A quién no le gustaría tener una mirada de infarto? Unas buenas pestañas pueden ayudar en el propósito, pero si las tienes finas y las máscaras o los liftings no hacen mucho por ti, te proponemos una opción que no te dejará indiferente. Se trata de las pestañas postizas magnéticas que, a diferencia de las que se comercializaban hasta ahora, se colocan gracias a sus microimanes, y no con pegamento.

Las pestañas magnéticas no son más que una tira de pelos –naturales o sintéticos– que tienen colocados de dos a cinco microimanes de forma rectangular en la base, lo que les permite adherirse a cualquier superficie imantada. A día de hoy existen dos opciones de colocación de estas extensiones postizas: usando dos tiras de pestañas imantadas que se unen dejando las nuestras en medio, o empleando un gel delineador con partículas de imán, al que se adhiere una tira de pelo tras colocarlo en el párpado del ojo.

En ambos formatos se puede elegir el grosor y largura de las pestañas, y además las tiras se pueden adaptar a cada ojo cortando una parte de los extremos, desde el último imán hacia el exterior, y así se verán mucho más naturales.

Puede que parezca una tarea complicada colocarlas bien, pero una vez que se coge el truco lo demás es coser y cantar. Vamos a explicar, paso a paso, la colocación de ambos tipos de pestañas imantadas:

Son las que revolucionaron hace poco el mercado. Se trata de dos tiras de pelo para cada ojo que se unen con microimanes y atrapan las reales, que se quedan en medio. Son algo tediosas de colocar, pero basta con unos intentos para que se le coja el truco. Coloca primero la fila superior sobre tus pestañas –puedes presionarlas contra las tuyas para que se quede fija hasta que coloques las de abajo–. Intentando no parpadear –sabemos que esto resulta difícil– coloca la fila inferior hasta que haga clic con la de arriba; será entonces cuando estén fijadas y listas para disfrutarlas.

Es importante colocarlas correctamente, pues si te acercas mucho a la piel del borde del párpado podrías pillarla entre los imanes, y si las dejas muy alejadas no parecerán tan naturales, e incluso podrían caerse con el peso. Para facilitar esta tarea existen unas pinzas imantadas –similares a los rizadores de pestañas– donde se colocan las tiras superiores e inferiores en los imanes, para después unirlos en el ojo de manera más fácil con esta herramienta.

Esta es la última novedad que ha llegado al mercado; se trata de un delineador líquido que en su composición tiene nanopartículas de imán, por lo que una vez aplicado en el párpado –como se haría con cualquier otro eyeliner– solo habría que acercar las pestañas magnéticas para que se adhirieran a él sin problema, de una manera mucho más sencilla que la anterior.

En este caso también se puede elegir la forma y espesor de las pestañas, y recortarlas de igual manera para que se ajusten a la forma del ojo. Es importante decir que cualquier pestaña postiza magnética se puede utilizar con este delineador, pues el mecanismo es exactamente el mismo. Y para eliminarlo puedes utilizar agua micelar, o el producto que utilices habitualmente para desmaquillar tus ojos.

Las pestañas magnéticas tienen grandes ventajas frente a sus competidoras, las postizas con pegamento y las extensiones de pestañas pelo a pelo. Y es que estas se pueden quitar y poner mucho más rápido, en tu propia casa, sin pegamentos que puedan dañar la piel o el pelo, y con un acabado natural a prueba de gestos, e incluso viento.

Otra de sus virtudes es que se quitan con mucha facilidad; basta con tirar levemente de ellas hacia la punta de la pestaña para que se separen de las naturales en segundos, y con aproximadamente unos 20 usos resulta una opción más económica que las extensiones de pestañas: alrededor de 20 euros, frente a 60 euros.

Colocarse estas líneas de pelo es seguro, ya que los imanes son de muy pequeño tamaño y no interfieren en la salud ocular. Sin embargo, sí hay que tener en cuenta durante su colocación que si se hace demasiado cerca del párpado puede pellizcar la piel, y que la presión que ejercen los imanes en los pelos que quedan entre medias –en el caso de las magnéticas de doble tira– hace que puedan caerse al quitarlas, algo que también puede pasar con tan solo frotarse los ojos.

Para que las pestañas magnéticas te duren lo máximo posible, unos 20 usos, debes tener en cuenta estos consejos de higiene y seguridad:

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